
1. EVITAR INCLUSO SOBRE EL CAMINO.
Es conveniente evitar esta situación en los estatutos cuando
constituyamos la empresa, si no lo hicimos, podemos modificarlos. ¿Qué interesa
evitar? Pues aquellos puntos que puedan motivar diferencias como son: la
titularidad de la marca, la valoración de las acciones, reparto de bienes y de
las deudas, estimación de los fondos, entre otros.
2. BUENA VOLUNTAD, ANTE TODO.
Lo ideal es impedir llegar a un proceso legal tedioso. De
ser así, el juez tendrá en cuenta especialmente la buena fe o buena voluntad de
las partes involucradas y por eso deberás demostrar que has actuado con total
transparencia y honestidad.
3. TE LO COMPRO O TE LO VENDO.
Deberás decidir si te quedas o te vas de tu negocio. Si
decides quedarte, pues tendrás que comprarle a tu ex socio sus participaciones.
Si no llegas a ningún acuerdo de valoración de las participaciones, entonces
deberás acudir a un juez quien las valore. Al respecto el Dr. Redhead nos
comenta que no existe en el derecho ningún mecanismo que obligue a vender su
propiedad a nadie. “Dicha venta debe provenir de un equilibrado juicio que,
objetivamente determine qué es lo mejor para mí”, comenta Roberto Redhead.
4. ¿QUE HAGO CON MIS PASIVOS?
Es obvio que los valores de tus acciones se reducirán si
tienes deudas. Generalmente, es la sociedad quien asumirá todas las deudas del
socio que se va (subrogarse), lo que claramente perjudicará al socio que se
queda.
5. QUIERO QUEDARME CON LA MARCA DE LA EMPRESA:
De todos modos, deberás compensar económicamente a tu ex
socio por las transferencias referidas tanto a marcas como a patentes. Este
trámite lo podrás realizar fácilmente en INDECOPI.
6. SON MIS CLIENTES.
Ante todo, los clientes son la razón principal de tu
empresa, es por ellos que tienes vida empresarial, entonces, deberás explicarles
de la manera más diáfana, traslúcida y clara posible la situación que afronta
tu negocio. Si compras las acciones o participaciones de tu ex socio, también
te quedarás con sus clientes y su fondo de comercio.
“Al final nada es mejor que ponerse de acuerdo en función a
bases concretas, por ejemplo, ¿quién trajo a los clientes importantes?, ¿con
quién han logrado tener empatía?, etc. Lo recomendable es tener un acuerdo de
salida finaliza el consultor experto.
” Un arreglo es mejor que un juicio, pero lo mejor es
alcanzar un acuerdo que no cause controversia”