
Antes de vender un
negocio, primero debemos conocer cuál es su valor en el mercado. Para ello, el
abogado José Antonio González nos explica que métodos utilizar para calcular el
precio que tiene nuestra empresa y los pasos a seguir para realizar una venta
exitosa.
como cualquier otro
elemento susceptible de ser comprado o vendido, una empresa vale el precio que
alguien esté dispuesto a pagar por ella. Es decir, no existe un valor objetivo,
definitivo y absoluto. El valor de una empresa es relativo y depende
principalmente de las expectativas que el comprador tenga de los beneficios
futuros que le va a dar.
En un proceso de
compraventa las expectativas del vendedor y el comprador, obviamente, tienen
matices distintos. El comprador analizará la rentabilidad del negocio y riesgos
y, por otro lado, el vendedor estudiará lo mismo desde su punto de vista.
Además, el vendedor examinará la rentabilidad alternativa que tenga en caso
venda y el comprador analizará otras posibilidades de inversión en caso decida
no comprar.
MODELOS PARA VALORAR MI EMPRESA
Existen varios
modelos para valorizar una empresa. Los clásicos son los métodos contables y
los métodos de rentabilidad futura. Dentro de los métodos contables relacionados
al Balance General, destaca:
a) Valor en Libros: es el valor
del patrimonio, es decir, la diferencia entre activos y pasivos. Este valor
también puede denominarse valor ajustado si se utilizan los valores de mercado
tanto para los activos como para los pasivos.
b) Valor de Liquidación: supone
el valor de la empresa al ser liquidada, es decir, el valor ajustado menos los
gastos del proceso liquidatario.
c) Valor de Reposición: supone
que el valor de la empresa es igual al valor de la compra de los activos que
son necesarios para implementar el negocio. Puede observarse que el método
contable no contempla, por ejemplo, el goodwill de la empresa o lo que se
conoce como la “buena fama” o prestigio en el mercado.
Y LUEGO DE CALCULAR EL VALORDE MI EMPRESA, ¿QUÉ SIGUE?
Desde el punto de vista legal, el proceso de compraventa de una empresa pasa primero por el acercamiento entre las partes y las primeras conversaciones. Una segunda etapa la constituye la carta de intención que cursa el probable comprador al vendedor. Esta busca formalizar su intención real de llegar a un acuerdo y luego se celebra un acuerdo de confidencialidad a efectos que toda la información que pueda fluir entre las partes sea protegida y no puedan acceder terceros no involucrados. Una tercera etapa la constituye el due diligence o estado situacional de la empresa que deberá realizar el probable comprador.
El due diligence consiste en el análisis que
deberán hacer los especialistas, que designe el comprador, conducentes a poder
determinar cuál es la verdadera situación de la empresa en los distintos
aspectos: legal, tributario, contable, laboral, etc. La cuarta etapa la
constituye la valoración de la empresa. La quinta etapa es la fijación del
precio y la última, el cliente financiero